jueves, 30 de abril de 2015

Imposible de Olvidar



Año aproximado: 2011.
Estado: completo.
Personaje: Yuuto.

Conozco perfectamente esa mirada porque yo la tuve, aunque gracias a ti es que sigo aquí las palabras de su madre sorprendieron a Yuuto—. Seguramente no es algo que yo debería decirte pero si eso es lo que deseas, hazlo. Obviamente al resto no le gustará y posiblemente ni lo comprenderá pero si ya estás seguro de que no hay nada más que alcanzar... sonriéndole con un toque de melancolía en mirada, le agitó el cabello y se fue.

La miseria acompañó a Yuuto por toda su vida. Nació en una familia con un padre alcohólico que disfrutaba de golpear a su madre, provocando así que ella huyera dejando a Yuuto de diez años con él, aunque este también escapó cuatro años después sólo para terminar en una situación peor. Engañado por las promesas de un hombre, pasó ocho años encerrado hasta que lo dejaron irse. Para cuando se reencontró con su primer amigo y su familia, él ya había olvidado todo su pasado; fue gracias a toda la ayuda que estos le brindaron que pudo recordarlos y permitir su adopción. Sin embargo el daño ya estaba hecho.

Uno más de mis escritos personales y que como tal permanecerán. Es corta pero la escribí para calmar mis pensamientos, autoconvencerme de que lo que me pasaba no era tan malo y para huir de mi realidad; aún después de estos 4 años, aún me tranquiliza y me emociona leerla.

No tengo mucho más que agregar además de que es de las más oscuras, deprimentes y trágicas que he escrito (tal vez por eso me gusta tanto). Siento un gran afecto hacia Yuuto, de verdad es mi favorito sobre el resto, y esto es por lo que tuvo que soportar de mí, por todo por lo que lo hice pasar sólo en mi propio beneficio así que es un amor culpable el que siento por él. Y, de hecho, en la versión a lápiz de mi dibujo él se veía mucho mejor, me enamoré de él de nuevo al verlo pero los colores y los plumones lo hicieron cambiar bastante aunque no importa realmente.

Eso es todo lo que tengo qué decir de esta historia que ¡ya es la 13°! Esperen mi tercera entrada del concurso y la 14° historia. Nos leemos.

lunes, 27 de abril de 2015

La extraña travesía.

Mi segunda entrada al concurso que les platiqué. Explicaciones al final.

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Personajes:

Un estudiante.
Un asistente de profesor.
Un profesor.
Un policía.
Una doctora forense.
Una psicóloga.
Acto único.

Primera escena.
Una calle a mitad de la noche frente a una zona habitacional.

Estudiante.— Te juro que cuando llegué al sitio, el hombre ya estaba... muerto.
Asistente de profesor (caminando de lado a lado frente al estudiante).— Eso es lo que no me importa, sólo quiero saber por qué tenías que venir conmigo.
Estudiante.— Porque sabía que confiarías en mí, me conoces desde que éramos niños, pasamos años juntos hasta que tuve que irme.
Asistente.— Y con esto ya no sé si te conozco lo suficiente, si cambiaste o no en esos cuatro años.
Estudiante (se para frente a él y lo detiene por los hombros).—No he cambiado, yo nunca le quitaría la vida a alguien y menos si ni siquiera lo conozco.
Asistente (viéndolo a los ojos).— ¿Cómo puedo creerte que no tuviste un desacuerdo con el hombre, lo hayas conocido o no? ¿Qué demonios debo creer?
Estudiante.—Entonces ve al lugar, comprueba tú mismo lo que te conté y cree eso al menos.
Asistente.— ¿Ir solo? ni siquiera llamaste a la policía, me podrías estar incriminando o haciendo tu cómplice, mejor déjame en paz o yo los  llamaré para que te lleven (da la vuelta hacia su casa).
Estudiante.—Por favor no, debes creerme (aferrándose a su brazo). Sería incapaz de, siquiera, golpear a alguien, tú solías defenderme ¿lo has olvidado?
Asistente (pausa).— Bien, vete ya y no diré nada, mañana veremos qué dicen sobre eso en la universidad (Estudiante se va, Asistente entra a su casa).

Segunda escena.
La mañana siguiente en la entrada principal de la universidad, alumnos y profesores frente a los portones cerrados, un profesor sale.

Profesor (a los presentes).— Antes de dar por iniciada la clase debo explicarles lo que acontece en el edificio central de la institución (pausa). En la mañana se encontró el cuerpo de uno de los administrativos; según el último reporte, la causa de muerte fue suicidio cometido al arrojarse del tercer piso. (Bullicio entre los espectadores) Por favor, tengan calma, la zona ya fue asegurada y se ha pedido que el tema sea lo menos hablado posible. Por hoy pueden retirarse.
Estudiante (se acerca al asistente).— ¿Ahora puedes creerme un poco más?
Asistente (mirándolo).— No lo sé ¿qué hacías aquí a esta hora y por ese edificio si el nuestro está más atrás?
Estudiante.— Te lo dije, salí tarde de la biblioteca y escuché una voz desesperada, tenía que ir a ver. (Mirando a los alrededores) ¿Podemos hablar en otro lado? no es algo tan sencillo de discutir entre tanta gente si tú mismo dudas de mí.
Asistente.— Bien (salen).

Tercera escena.
Cuarto del estudiante, poco espacioso y desordenado.

Estudiante.— Lo que escuché podría haber sido algo que el administrativo hubiera dicho, tal vez una discusión por teléfono o no sé (pausa). Ojalá hubiera escuchado con claridad las palabras pero estaba un poco lejos de ahí.
Asistente.— ¿Piensas responder mi pregunta de ayer? ¿Por qué no llamaste a la policía de inmediato?
Estudiante.— Soy un cobarde, el simple hecho de que me interroguen me aterra aunque no haya hecho nada. Has visto mis exposiciones, soy muy nervioso y podrían sospechar mal de mí.
Asistente.— Al menos eso lo sé bien. Sea cual sea la verdad, si de verdad saliste tarde de la universidad, el registro queda en la cámara de la entrada así que te harán preguntas si lo ven.
Estudiante (se levanta de su lugar y camina hacia la ventana).— He estado pensando en eso y me doy cuenta que no tengo forma de huir a eso así que al final tendré que afrontar lo que no quería en un inicio.
Asistente.— Por eso fue estúpido que no denunciaras primero, sólo puedo ayudarte testificando a tu favor en caso de que me pregunten de ti. (Se levanta) Tengo trabajo que hacer con el profesor, ya te veré mañana.
Estudiante.— Gracias.

Cuarta escena.
Cuatro días después del incidente, en la oficina el profesor con su asistente.

Profesor.— La investigación se tornó sombría, el único posible testigo ha muerto.
Asistente (sorprendido).— ¿Qué?
Profesor.— Lo que he dicho, tu amigo ha muerto hace dos días, por eso era su ausencia. (Observando al asistente). Debido a que no eres familiar cercano la información me llegó a mí por ser su profesor, aparte de que la noticia fue guardada por la familia y las autoridades.
Asistente (desconcertado con la cabeza entre las manos).— ¿Por qué pasó así? (su celular suena tres veces hasta que atina a responderlo). ¿Diga? (escucha en silencio unos momentos). Bien... llegaré en una hora... creo. (Cuelga, distraído).
Profesor (lleva su mano al hombro del asistente).—¿Qué sucedió, muchacho? Estás pálido.
Asistente.— La hermana mayor de... mi amigo... se arrojó de un puente cerca de su trabajo (se levanta tomando sus cosas). Mi padre era su jefe desde hace poco, la vio demasiado tarde...
Profesor.— Algo bastante inusual ¿no crees? ¿Tan cercana era su hermana a tu amigo? Según me enteré, ella descubrió el cuerpo del chico.
Asistente.— No hasta donde yo sabía... su relación era lo normal entre hermanos (confundido observa al profesor). Debo irme, discúlpeme por mi falta hoy.
Profesor.— Nada que disculpar, llevas encima unos problemas graves, ve con cuidado. (Asistente sale, queda solo). Imaginaciones mías o no, esto parece estar conectado.

Quinta escena.
Tres días después, hogar del asistente después de los funerales de la familia del estudiante. Profesor y asistente en su habitación.

Profesor (insistente).— Sé que te han pasado cosas difíciles pero necesito que aclares tu mente, algo está pasando diferente a unos suicidios cualquiera. (Lo toma por los hombros). ¿Hablaste con tu amigo antes o después del incidente en la universidad?
Asistente (con miedo en la mirada).— ¿Qué tiene que ver eso?
Profesor (lo sacude).— ¡Responde!
Asistente (tratando de alejarse).— Sí lo vi (desesperado). Vino a mí, el idiota vio el cuerpo pero no llamó a la policía y prefirió venir a mí (Profesor lo suelta y se sienta en la cama con la cabeza entre las manos). Juró que no lo había hecho...
Profesor.— Y yo lo creo, como tú espero lo hayas hecho (lo observa). Ahora lo hago. ¿Hablaste después con él?
Asistente (duda en sus palabras).— Después del cierre de la escuela, le dije que testificaría a su favor si lo interrogaban... al siguiente día fue normal, él estaba nervioso por si la policía lo buscaba pero no estaba tan mal... Luego ya no supe de él.
Profesor (pausa).— Déjame te explico a qué quiero que llegues (se sienta a su lado). Tu amigo vio el cuerpo del administrativo, dos días después se suicidó sin que conozcamos sus verdaderas razones (pausa). Pasados otros dos días, su hermana se suicida con la razón supuesta de que fue por la tristeza y ahora la madre está en vigilancia psiquiátrica ¿correcto? (Asistente asiente lentamente). Hoy he estado un poco de curioso, y fue un tanto complicado, pero pude enterarme antes de venir que el primero en acercarse al cuerpo de la hermana fue un policía de tránsito de la zona donde ocurrió desafortunado evento, hoy es la primera falta del hombre.
Asistente (incrédulo).— ¿Por qué tendría relación? Todo suena imposible pero creíble... ¿de verdad cree que esté muerto ese hombre?
Profesor.— Yo mismo he estado dudando sobre mi teoría pero el que también le veas sentido significa que no estoy tan mal (se levanta y pasea un poco por la habitación). Es una posibilidad, el saberlo nos podrá decir si mi teoría es tan cierta como parece o no.
Asistente.— Deberíamos platicarlo con alguien... útil ¿no? En algún momento nos toparemos con un muro que nos separe de la información. (Busca un número en su celular). Un amigo de mis años de preparatoria ingresó al cuerpo de policía local hace un año, podría ayudarnos o encontrar a alguien más útil.
Profesor (lleva su mano al hombro del asistente, le da unas palmadas).— Sabía que podía contar contigo y tu inteligencia, perdóname por forzarte.
Asistente.— Traté mal a mi amigo... no haber confiado en él completamente será mi grillete por toda la vida pero quiero aminorar la carga si puedo descubrir lo que sucedió en realidad. (Marca y se dirige a quien contesta). Hola, soy yo... sí, unos meses ya... necesito tu ayuda ¿tienes libre en este momento?... Perfecto, estoy en mi casa ¿podrías...? Gracias, te espero aquí. (Dirigiéndose al profesor). Fue sencillo, me alegro de haber mantenido el contacto con él.
Policía (al llegar abraza al asistente).— Hermano, lo siento tanto, me enteré hace unos días pero no estaba seguro de que fueran las mismas personas de las que me hablabas.
Asistente (lo invita a sentarse).— Ya está bien, gracias (señala al profesor), te presento a mi jefe.
Policía (saluda).— Un gusto.
Profesor.— Igualmente y perdona que vaya al grano antes de que él te lo explique pero es algo importante relacionado a las recientes desgracias. (Explicación rápida).
Policía.—Vaya... han pensado bien las cosas (pausa). Sin embargo yo me di cuenta antes del incidente en la universidad.
Asistente (sorprendido).— ¿En serio?
Policía.— Sí, por esa razón me urgía encontrar al administrativo y después a tu amigo, pero la policía fue muy lenta en lograr descubrir quién fue el que tuvo el primer contacto con él. (Recibe una llamada) Discúlpenme (se aleja un momento).
Profesor.— Entonces debemos ir a donde vive el que vio a la chica, de alguna forma llegar al lugar sin que nos alcance lo que sea que provoca las muertes.
Asistente.— Eso es lo más peligroso de toda esta investigación.
Policía.— En efecto (se acerca guardando su celular). Iremos en este momento, mi compañera en estos casos ya está cerca de la zona.

Sexta escena.
Edificio de cinco pisos con diez departamentos, casa del policía de tránsito en el tercer piso, ordenada, limpia, sencilla.

Policía (al entrar).— Mi colega (señala a la doctora).
Doctora.— Mucho gusto, soy forense.
Profesor.— Maestro de sociología y mi asistente (saludan).
Asistente.— Alguien llegó antes ¿cierto?
Doctora.— Sí, el compañero de unidad de la víctima, lo encontró ahorcado en su habitación así que nuestra siguiente víctima podría ser él, sin embargo hay ciertas cosas que debo explicarles. (Cierra la puerta del departamento). Aún desconozco el cómo se disemina este... efecto, ni siquiera estoy segura de si está bien que lo llame enfermedad, sé que afecta una parte del cerebro, el hemisferio derecho principalmente; el tiempo de transmisión varía según la edad, estilo de vida y niveles de estrés; y por obviedad, aún desconozco la cura o el tiempo en que esta enfermedad ha existido, es por esto último que he contactado con una psicóloga enfocada en la estadística sobre los suicidios de al menos nuestro país.
Profesor.— ¿Y cuál fue la información que proporcionó?
Policía.— Aparentemente la tasa de suicidios, de esta localidad, era de sólo 2.5% y el país marcaba un 28%, el año pasado porque en lo que va de este año se ha incrementado hasta llegar al 36%.
Asistente.— ¿No hay información fuera del país? tal vez alguna hipótesis que alguien haya empezado a plantear hace tiempo o hace poco y la haya comentado en algún lugar.
Doctora.— Fuera no hemos encontrado información, no alguna relevante que siga un patrón como estos y de la nacional sólo la que nos llevó a contactar con la psicóloga, mañana llegará a la ciudad.
Policía.— Ella ya me ha mandado una orden para mantener en un sitio seguro a nuestra posible víctima, por lo que me la llevaré en seguida a la clínica más cerca, mientras tanto espero la doctora pueda intercambiar con ustedes la información que tenemos hasta que mañana nos reunamos con la psicóloga para profundizar si es posible (sale).
Doctora.— Mi equipo llegará en unos minutos a encargarse del cuerpo que ya he examinado, podemos retirarnos y dejarle el resto a los policías (salen).

Séptima escena.
Oficina del profesor, a puerta cerrada con el asistente y la doctora.

Doctora.— No hemos avisado a las autoridades de salud de nuestras sospechas por la razón de que aún se encuentra como una hipótesis incompleta, ustedes mismos no lo podrían creer si no hubieran estado cerca de las tres víctimas ¿no lo creen?
Asistente.— Cierto, y tampoco es que podamos lanzar sujetos como conejillos de indias o terminar de aislar la fuente, aunque esta vez podría ser posible.
Profesor.— Podría, sin embargo ¿qué pasa si es más de una persona la que se acerca al cadáver?
Doctora.— Esa cuestión es interesante, por el momento nosotros no hemos encontrado un caso como tal aunque no lo descartamos con el hecho de que la mayoría de los sucesos que encontramos antes, fueron casos aislados porque los suicidios ocurrieron en áreas públicas y los primeros testigos no estaban relacionados con las víctimas.
Profesor.— ¿En las autopsias no ha encontrado algo significativo?

Doctora.— Desgraciadamente no, he hecho diferentes pruebas al no encontrar lesiones distintas a lo normal pero no me ha llevado al agente etiológico si este existiera, espero la psicóloga me pueda ilustrar con nuevas técnicas de diagnóstico más enfocadas al cerebro. 


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Este segundo desafío se trataba de trabajo en pareja donde debíamos escribir un drama. Hubo confusión sobre la definición que el organizador le daba a "drama" por si se refería a guión o a escrito dramático, él sólo nos respondió que usáramos el que deseáramos. Mi compañera me dio "permiso" para empezarlo (y yo no se lo pedí pero me alegró no tener que basarme en personajes de otros), por esa oportunidad decidí que lo podíamos hacer en ambos sentidos del drama así que esto fue lo que me salió.

La razón por la que no está completo este misterio es más allá de que los "derecho de autor" de la otra mitad ya que nunca hubo. Yo entregué tarde esta parte, a mi compañera sólo le daba un día para escribir la continuación por lo que no entregó, yo tampoco entregué lo mío sabiendo que había sido mi culpa. Sin embargo el organizador dio más tiempo, mas ella nunca regresó; el tiempo se terminó y no hubo nada.

No sé si algún día encuentre la motivación para continuarlo, aunque sería siguiendo un estilo narrativo más cómodo. Mientras esa decisión es tomada, esperen por la entrega semanal y por el tercer escrito del concurso. Nos leemos.

jueves, 23 de abril de 2015

Ni la muerte nos separará


Año aproximado: 2010
Estado: completo.
Personajes: Yumi y Daisuke.

Estaba platicando con él cuando sentí lo que siempre había estado esperando; hice a Daisuke voltear a verme, lo besé y le sonreí diciéndole que mi hora había llegado; sentí como una parte de él se entristecía pero rápidamente cambió su expresión a una llena de felicidad. 

Yumi es una chica débil desde que nació por culpa de una enfermedad que poco a poco consume su vida aunque no por eso es negativa. En el hospital conoció a Daisuke quien había tenido un supuesto accidente durante un viaje escolar, a pesar de la frialdad del chico, Yumi logró volverlo su amigo aún después de que fue dado de alta. Un día normal en las visitas furtivas de Daisuke, este le pidió huir con él al circo, el interés de ella por los circos y la vida fuera de los cuidados del hospital la llevó a aceptar. Mas su viaje debía terminar en algún momento.

Esta corta historia está narrada en primera persona y fue mi primer escrito meramente romántico el cual hice para una "competencia" que pedía ese tema en específico. Hace unos años me encontré, en el foro que tanto atesoro, un grupo que se llamaba "Escribamos una historia juntos", dentro de este la organizadora daba el tema y una pequeña guía de la trama pero nos permitía inventar los personajes y continuar la historia a nuestro modo por lo que se hacían narraciones interesantes aunque carecían de seriedad y habilidad en la narración porque todos éramos distintos. Había ocasiones en que nos permitía escribir nuestras propias historias dentro del grupo para que otros vieran, lo cual yo no hacía porque no tenía confianza en lo que escribía hasta que hizo la actividad, similar a un concurso pero sin premios, donde nos pidió una historia en el género de romance así que yo escribí esta en el piso más alto de mi preparatoria esperando a mi mejor amiga de su clase que yo debía haber metido. Lo que ya no recuerdo fue qué calificación tuvo, si las dieron, o qué fue de la actividad.

Sinceramente nunca me han gustado las historias románticas, por eso fue mi primera y para colmo no terminó con un vivieron felices para siempre... bueno, no en la forma convencional. Es por esa negación a este tipo de historias que actualmente estoy planeando otra aunque será igual: romance trágico.

Cabe destacar que Daisuke era un chico depresivo por ello es que la verdadera razón por la que terminó en el hospital fue porque en ese viaje escolar decidió tirarse de una altura considerable aunque sólo le provocó la fractura de su pierna, así que de segundo recurso usó una roca para golpearse las venas del brazo hasta que se rompieran, sin embargo lo encontraron a tiempo para "salvarlo". También debo añadir que Yumi ha sido el personaje más positivo que he escrito, y vaya que yo soy una negativa de mucha experiencia.

Con esta corta narración empezaron dos de mis "obsesiones": la del amor por los circos y el interés en el suicidio. Del primero, antes de que me recriminen por las torturas que estos significan para los animales, lo que encuentro llamativo y siempre trato de expresar de ellos es su unidad, el que sean como una gran familia nómada llena de aventuras y alegría a pesar de las circunstancias; yo también estoy en contra de los animales con circos creyendo firmemente que estos son mucho mejores y espectaculares como obra humana. De lo segundo puedo decir que mi propia etapa depresiva sólo que esta historia representó el puro inicio, fue muy tranquila comparada con las siguientes pero tan efectiva como ellas.

Esta ha sido leído por la que organizó la actividad, algunos amigos de ese grupo y una querida amiga mía de El Salvador, quien además de leerla, me hizo un dibujo de Yumi y Daisuke antes de que siquiera yo los intentara por lo que me basé en las ropas que ella les hizo para hacer los míos. Por eso de que ya ha sido leída tampoco tengo problemas para mostrarla.

Y así finaliza esta entrada semanal, espero no tardar en poner la segunda entrada al concurso donde publiqué Thaer así que sean pacientes. Nos leemos la próxima.

martes, 21 de abril de 2015

Thaer

El último concurso al que entré, que no era de la librería El Péndulo, nos pidieron 4 escritos en diferentes categorías: épica, drama (como género o estilo), erótica (homosexual o no) y microrrelato sin temática fija.

Está fue mi primera entrega de género épico. Al final les daré explicaciones, mientras disfrútenla.

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Thaer. Un pueblo de ciento sesenta y nueve habitantes, con uno más a unos días de sumarse, que subsistía de los animales que criaban ellos mismos y de las hortalizas que también mantenían por su cuenta. En harmonía convivían formando ochenta y cuatro familias; la educación, los alimentos, la ropa, la construcción y demás necesidades las hacían entre todos sin detalles materialistas como el dinero. Sus casas de madera eran sencillas: de cuatro metros de altura, acabados rústicos, uniones de cuerda y minerales, muebles de la misma rusticidad, ventanas cubiertas con cortinas levadizas hechas de ramas similares al bambú unidas por hilos y puertas sin seguros imposibles para los externos. Cada mes tenían un intercambio con las aldeas vecinas, por lo cual algunos de sus hombres viajaban más de veinte kilómetros, sólo para encontrarse en un punto medio con los representantes de las otras aldeas que también debían viajar tanto para reunirse; el camino duraba cerca de seis horas con sus carretas y caballos por culpa de las colinas y montañas boscosas que debían subir o rodear, con alguno que otro contratiempo provocado por los animales salvajes de la zona que eran atraídos por el aroma de los alimentos, no obstante, nunca significaban graves problemas por la fuerza bruta canalizada sobre un estilo de pelea único que los Thaerianos habían compartido de generación a generación a lo largo de sus doscientos años de existencia.

Era el orgullo sobre esa fuerza lo que había atraído a un reconocido cuarteto.

El día tranquilo del pueblo se vio amenazado al atardecer cuando la mayoría se encontraba en sus casas disfrutando la merienda. Los animales que criaban empezaron a producir sus característicos chillidos agudos que hacían al sentirse amenazados, esto provocó que los hombres y mujeres más fuertes dejaran su rutina para investigar los sucesos; se encontraron con unas criaturas que jamás habían visto: sus cuerpos eran completamente negros sin pelo, piel o escamas, parecían más unas sombras tangibles y de tercera dimensión con ojos brillantes de color naranja; un poco de la silueta y los ojos eran lo único que lograban distinguir cada que alguna de las criaturas se dejaba ver de entre los aterrorizados animales que dentro del corral no dejaban ir de un lado al otro en desorden con unos cuantos tratando de defender al resto. A pesar de las garras y dientes afilados que parecían tener, los thaerianos entraron en acción, la mitad tratando de guiar a los imponentes animales que criaban y los otros distrayendo a las criaturas cuyas formas y números empezaron a descifrar, siendo tres con una altura de metro y medio, orejas puntiagudas, garras y dientes afilados, cola delgada de menos de un metro de largo, cada que abrían la boca su interior se veían vacío y blanco mientras producía un siseo; junto a uno más de un tamaño cercano a los dos metros, cuerpo ancho pero no pesado y una gran mandíbula que abría en ciento veinte grados para encajar sus dientes afilados con una fuerza de compresión tan grande que partió el cráneo de uno de los animales como si sólo se hubiera tratado de una uva de gran tamaño, su interior era idéntico al de las otras criaturas, su hocico era de un largo considerable, sus orejas eran pequeñas y caídas y carecía de garras pues sus patas ya eran lo suficientemente fuertes para romper las costillas de los humanos con facilidad.

Fue la bestia de mayor tamaño la que los entretuvo por cuatro horas seguidas ya que era la primera vez que algo sobrepasaba la fuerza bruta que los caracterizaba, el costo de su eliminación fue de ocho heridos de gravedad con pérdida de miembros y fracturas, cinco de lesiones leves y dos ilesos; mientras que las otras tres bestias les tomó dos horas en atarles las patas para evitar sus garras y su velocidad y acabarlos al enterrar sus lanzas en la cabeza de estos, sólo tres resultaron con cortes que les impidió ayudar contra el grande.

El resto del pueblo empezó a salir cuando la noticia de la victoria empezó a difundirse, llevaron a los heridos a sus respectivas casas, regresaron a sus animales, pasaron la información de las criaturas agresoras y de como estas se habían desvanecido como humo cuando les habían dado el golpe letal. Gran parte de la atención de la gente de Thaer estaba sobre los heridos de gravedad, otra poca en la procedencia de los agresores y la posibilidad de que aparecieran más en cualquier momento aun cuando no estaban seguros de qué podían hacer para impedirlos que era lo que unos cuantos trataban de discutir. Esas fueron las causas de que su entorno se tiñera en colores rojos y anaranjados sobre el azul y verde oscuro que en la noche deberían predominar.

—Tenías razón, Yami, no hay mejores miradas en los humanos que las que hacen de decepción después de lo que pensaron que era una victoria —el chico de piel morena se encontraba acuclillado sobre los restos del techo de una de las casas thaerianas mientras observa a algunos de los sobrevivientes tratar de huir de las demás criaturas que habían aparecido. Los gritos de terror y súplicas inundaban el ambiente junto al humo y el calor que las casas producían mientras se quemaban.
—Te lo dije, siempre debes creerle a tu hermana —al dar la respuesta, la chica tiró de un mechón del cabello blanco del chico quien soltó una risa al mismo tiempo que levantaba hacia atrás su brazo derecho con su espada para después bajarla rápidamente, haciendo que esta se extendiera seis metros exactos para atravesar horizontalmente la cabeza de uno de los aldeanos que previamente había sido herido por las extrañas criaturas.
—Ese me tocaba a mí, Ob —protestó la menor de los hermanos al llegar a la parte baja de los escombros y lanzarle una roca al fragmento de soporte sobre el que se encontraba el primer chico, el proyectil atravesó de lado a lado la madera, provocando que él tuviera que bajarse de un salto.— Ese tipo mató a una de mis tinieblas favoritas —la del cabello aguamarina se cruzó de brazos con un puchero en la cara.
—En serio Vi ¿cómo los puedes distinguir? Para mí casi todos son iguales —el atacado miró a la otra hermana quien se encogió de hombros, la otra chica resopló.— Ni alma tienen, así que no me puedes decir que es su comportamiento o algo similar.
—No lo entenderán nunca por muchas veces que se los explique.
—¿Podrían dejar de holgazanear? ya se nos fueron cuatro —el mayor de los cuatro llegó sacudiendo sus manos para deshacerse de un poco del exceso de sangre que las cubría, los dos menores intercambiaron una fugaz mirada antes de empezar la carrera por alcanzar a los cuatro corredores y eliminarlos, Yami acomodó su cabello púrpura hacia su espalda en lo que caminaba hacia su hermano que no dejaba de limpiar sus manos.
—Sólo faltaban esos cuatro ¿no? Le lanzaste las sobras a tus hermanos como si fueran perros —le reclamó tomándolo de la barbilla y acercando su cuerpo al de él, el mayor le sonrió altivamente mientras rodeaba su cintura.— Espero el día en que te vuelvas un poco más sensible.
—¿Y tú eres más sensible que yo? Al menos yo trato de forma amable a todos con los que me acuesto, tú, por otro lado, los tratas como si fueran simples bestias que sacian tu placer —la de piel morena lo empujó sonriendo y acomodándose la corta falda que el otro había subido un poco. El par regresó con ellos con mirada divertida, el del cabello blanco pasó su brazo izquierdo sobre los hombros del mayor, la menor se abrazo a su hermana, haciendo contraste entre su piel clara y la piel morena de la mayor.
—Buenas noticias, el cuarteto maravilla no llegó a tiempo, así que cuando nos alcancen estarán furiosos —Ob se lamió los labios.
—No hay porque apresurarnos, podemos esperarlos para disfrutar de su tipo de desesperación, aparte aún hay unas tinieblas que crear —los menores observaron al otro de piel clara que suspiró y aceptó la propuesta.

Todo Thaer había sido eliminada por los cuatro hermanos que desde hace un año habían empezado a amenazar mundos y dimensiones sin una razón conocida por los que habían sobrevivido de algunos de sus ataques ni por aquellos que seguían de cerca sus pasos para tratar de detenerlos. Los cuatro chicos eran hijos del mismo padre, un hechicero poderoso que en su búsqueda de conocimiento y poder había roto muchas de las reglas de la magia, había matado ya a muchos seres para robarles su poder o experimentar en ellos y ahora era parte de los más buscados, por tal había decido esconderse después de haber procreado con cuatro de las mujeres más fuertes dentro de cuatro razas diferentes que él consideró que eran las más útiles. Su primer hijo se llamaba Rien, cuando cumplió un año el hechicero asesinó a la Sílfide con la que lo había hecho y lo tomó bajo su estricto y cruel cuidado; la siguiente nació un año después que el primero y su nombre fue Yami, hija de una importante Súcubo que trató de eliminar al mentiroso padre para evitar que se la llevaran mas el resultado fue igual que el anterior; tres años después la madre del tercer, una líder Drow, se escondió unos años con ayuda de sus congéneres y logró estar con su hijo Oblivion hasta que este alcanzó los cinco años y el hechicero decidió arrebatárselo sin el menor de los problemas ya que desde un principio había conocido en dónde se encontraba la elfa; al cabo de dos años fue el nacimiento de la cuarta, Vita, hija de una ninfa que pudo reunir los conocimientos de las madres pasadas para huir del hechicero por más de quince años hasta que la lejanía de su hogar la debilitó hasta matarla, la cuarta niña siguió viviendo sin saber de sus hermanos y su padre por unos años más hasta que, tras una traición a un grupo que la había acogido, se unió a sus hermanos y la causa de su padre.

Empezaba a amanecer cuando el equipo de contraataque por fin llegó, dos mellizos y dos amigos de la infancia. Con las armas listas observaron la devastación del lugar que aún era consumido por el fuego, los dos hechiceros de equipo tomaron rápidas acciones para apagarlo mientras los dos guerreros se concentraban en la búsqueda de supervivientes aunque imaginaban el resultado.

—Tarde, de nuevo —Yami los esperaba en el límite sureño de la mancillada aldea junto a sus hermanos, el par de amigos se mostró furioso pero permanecieron en su sitio tratando de tragarse la ira.— Nos están decepcionando, la ida de Vi no debía afectarlos tanto ¿o sí? —la mencionada llevaba un cristal anaranjado en la mano, el cual lanzaba al aire en intervalos aleatorios.
—No hubiera pasado si su estúpida distracción no se hubiera puesto en nuestro camino, que por cierto, me costó un corte en mi capa favorita —Lían era heredero del jefe de la raza Masen, unas criaturas especializadas en todo tipo de artes marciales y la invocación de armas que ellos mismos fabricaban desde muy temprana edad, en sus manos llevaba una lanza de poco más de su altura.
—Si ustedes no fueran tan estúpidos, no habrían tardado tanto contra esa nimiedad —la traidora, Vita, les sonrió con sorna, lo que llevó a que los dos mellizos la apuñalaran con la mirada— Lo saben bien, Lydia y Erick ¿cierto?
—Ya vieron y dijeron, ya vámonos —el mayor de los hermanos rascó su nuca.
—Esta vez no nos dejarán atrás —con la expresión, Iker el hechicero, hizo aparecer sus esferas con las cuales canalizaba su magia y la hacía fluir de forma más organizada sin la necesidad de hechizos, círculos mágicos o cosas similares. La primera esfera, una  verde fosforescente y transparente, la lanzó contra la mayor de las hermanas quien se cubrió usando dos brazos negros que salieron de su espalda e interceptaron el proyectil, este comenzó a emitir unos rayos de cinco centímetros de largo en dirección su cara y abdomen, sin embargo, dos brazos más salieron para envolverla como si estos fueran serpientes.

Quien atacó casi al mismo tiempo fue Erick, el chico delgado de cabellos negros apareció un par de pistolas plateadas con mango negro, de estas salieron unos destellos blancos en dirección a la menor de los hermanos; sin dejar de sonreír, la chica levantó rocas de los escombros y las lanzó hacia cada disparo del humano para contrarrestarlo. La hermana de Erick le daba la forma a su magia elemental en unos zorros cuyas colas demostraban el tipo de poder a utilizar, invocó tres de ellos: al de la cola de fuego, la cola de electricidad y la cola de humo; junto a ellos se abalanzó contra el medio drow, los ojos ambarinos de este brillaron ante la oportunidad de una lucha con la chica que tanta curiosidad le daba, Oblivion le dio la forma a su espada de una con metro y medio de largo con sesenta centímetros de ancho, justa para cubrirse de las balas de fuego que la humana hacía salir de la cola del zorro mientras el de la electricidad trataba de alcanzar un poco de la piel del oponente. Lían se apresuró a ocuparse del mayor porque ya tenía muchas revanchas acumuladas en su contra y porque le molestaba que Rien siempre se mostrara tan aburrido como si contuviera su poder para no matar tan rápido a un ser tan inferior.

Vita no se esforzó en herir al iracundo chico, simplemente siguió cubriéndose con sus rocas hasta que Erick juntó ambas pistolas para traer su espada; una espada hecha de la plata más fina y brillosa, resistente y ligera. El humano la atacó con mayor paciencia e inteligencia, no obstante, ella era tan rápida como él, esquivaba con sutileza cada una de las estocadas y lanzaba de sus afiladas armas rústicas contra el chico quien usaba la empuñadura de la espada para detenerlas y seguir atacando. Para los cuatro hermanos, enfrentar a sus cuatro perseguidores era un simple juego donde sólo se concentraban en evitar que estos los lastimaran, lo que no era tan difícil a causa de la poca experiencia que tenían, comparada con la que ellos mismos habían acumulado en tantos años y trabajos que su padre los había obligado a cumplir. Este era el enfrentamiento número trece desde la primera vez que se habían encontrado, esa vez los cuatro hermanos intentaron alejarlos de sus asuntos al dejarlos casi moribundos, sin embargo los cuatro chicos habían sobrevivido con un poco de ayuda y la determinación necesaria para seguir los pasos de la traidora y sus hermanos. Esa primera humillación fue su motivación principal para entrenar cada día más, superar sus límites y trabajar sin descanso para superar el nivel de los asesinos que debían eliminar para restaurar la paz entre las dimensiones. Muchas veces habían intentado las peleas individuales, en ocasiones los únicos que cooperaban entre sí eran los mellizos, pero con el tiempo los cuatro aprendieron que una combinación entre todos podría dar mejores resultados y la pelea anterior contra la tiniebla, que el cuarteto les había mandado para distraerlos, les mostró lo necesaria que era su unión a pesar de la incomodidad e inconformidad de los mellizos antisociales.

Lydia lanzó una braza más grande a su oponente quien la hizo redireccionarse con la amplia superficie de la hoja de espada, el fuego terminó avanzando hacia donde Yami batallaba con el hechicero, este lanzó una esfera de cristal amarillo claro para atrapar el proyectil y llevarlo con la fuerza que ya tenía hacia donde su amigo de la infancia era derribado por una patada del hermano mayor hacia sus pantorrillas. En cuanto la esfera alcanzó la cercanía con el híbrido esta estalló provocando un estruendo y una cortina densa de humo que sorprendió a los otros tres hermanos y los hizo dudar unos momentos suficientes para que Erick le dispara en la zona donde los brazos oscuros salían de la hermana mayor y la derribara el empuje del zorro de la cola de humo de Lydia, igual que Iker arrojaba una esfera rosa que atravesó la frente de la traidora y la derribó al dejarla inconsciente. Lían había tenido que levantarse con una rapidez sobrehumana para alcanzar al tercero de los hermanos y aturdirlo con el palo de la lanza al golpearlo en la nuca, el de los cabellos blancos protestó mientras estiraba su espada logrando que la punta del arma penetrara superficialmente la cavidad torácica del guerrero pero no deteniéndolo, el de los cabellos verdes empujó el arma del oponente con la suya aunque el otro intentó impedirlo; fue Iker el que lo ayudó al traer su esfera verde y descargar sus rayos sobre el hombro del chico que sostenía la espada para hacerlo perder fuerza sobre esta y así permitir que el guerrero masen se lanzara sobre el chico y le enterrara el filo de su lanza en la misma zona que él lo había hecho con su espada, sólo que no fue tan superficial.

Todos los hermanos sintieron el dolor aunque fuera en menor intensidad que la del herido; el más rápido en reaccionar fue Rien, el mayor de los hermanos entró en un estado colérico mientras corría hacia el agresor de Oblivion, sin armas. Antes de que los otros tres pudieran ayudar al guerrero, el híbrido ya había saltado sobre de él, lo recibió con las cuchillas de sus zapatos expuestas para enterrarlas en el abdomen del de los cabellos azul claro que fue impulsado al otro lado. El resto trató de intervenir al sentir la sed de sangre que el chico desprendía, pero los brazos de la segunda hermana los inmovilizaron en el acto. Rien se levantó al mismo tiempo que su presa, Lían cambió su lanza por el par de espadas de tamaños distintos y contraatacó de manera directa hacia el enemigo que se seguía defendiéndose de los filos al cubrir zonas específicas de su cuerpo con viento comprimido, el guerrero masen atacó tan rápido y fuerte como podía y el otro movía tan fuerte sus brazos para provocar que los ataques del otro perdieran dirección; la espada de menor tamaño tomó una dirección horizontal hacia la cintura de Rien, el agredido elevó su pierna izquierda para detener el golpe con el viento en su rodilla, la segunda espada tenía una dirección recta con el final de la empuñadura con diana en la sien del asesino pero tuvo que cambiar cuando el brazo derecho del mestizo intentó aprisionar el antebrazo del portador de la espada con su rodilla alzada para fracturar el hueso así que tuvo que usar su codo de la primera espada detenida para golpear la barbilla del asesino. Rien fingió una pérdida en el equilibrio que lo llevó a darse una rápida media vuelta que elevó la cola de su chaleco gabardina, la cual fue rodeada por viento que provocó cortes sobre el tabique de la nariz del guerrero y en el párpado izquierdo de este; el asesino estiró hacia atrás su pierna izquierda, golpeando el abdomen Lían y haciéndolo caer sobre su espalda. De nuevo saltó hacia él, el perseguidor de la paz no tuvo la velocidad suficiente para usar de nuevo sus cuchillas por lo que el enemigo cayó sobre de él colocando sus rodillas en los antebrazos del caído mientras llevaba su mano derecha al pecho del guerrero, atravesó la piel, los músculos y los huesos sin romperlos hasta tener dentro de su mano el corazón de Lían quien soltó un grito al sentir la presión que empezaba a ejercer sobre el órgano.

—Ya hermano, aún no puedes matarlo ¿recuerdas? —el medio elfo rodeó a su hermano al pasar los brazos verticalmente sobre el pecho de él, le colocó la barbilla en el hombro derecho para que las palabras llegaran suavemente a su oído. Rien dejó el corazón del guerrero a regañadientes, temblaba ligeramente intentando recobrar su distintiva tranquilidad altanera.
—Por hoy nos retiramos, sigan creciendo para que la próxima vez sea mucho más interesante que este encuentro —Yami lanzó un beso hacia los tres chicos aún retenidos, Vita se levantó al abrir un portal para la retirada con sus hermanos.
—Una ligera corriente eléctrica le bastará si lo quieren de regreso —añadió la traidora con una fugaz sonrisa de disculpa antes de entrar a su portal y desaparecer. Iker fue el primero en correr hacia su amigo al ser liberado, no perdió tiempo en analizar las palabras de su antigua acompañante y con su esfera lila transmitió la descarga al cuerpo del guerrero la cual ayudó a que su corazón y su cerebro volviera a trabajar; con una inspiración ruidosa y pesada, el más parlanchín de los cuatro despertó.

No sólo los habían hecho llegar tarde, también les habían ganado una vez más aunque por primera vez habían hecho pelear a uno de ellos en serio. Con la decepción y el cansancio, los cuatro le dieron sepultura a los restos de los thaerianos antes de marcharse al siguiente mundo donde esperaban poder recuperar un poco de su energía y orgullo para el siguiente encuentro. Si los cuatro hermanos seguían viviendo, su misión nunca finalizaría.

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Y bueno... esta entrada fue nada más que un fragmento de una historia mayor, que en 3 entregas más se las presentaré completamente.

He de decir que por cerca de 4 años o más he practicado mucho las descripciones de batalla y aún no soy nada bueno, ahora que lo releí me perdí en algunas partes y la sentí pobre. Las imágenes de peleas siempre están claras en mi mente pero al momento de trasmitirlas lo arruino al estar pensando en no repetir mucho sus nombres o las palabras, en variar usando sinónimos o antónimos, en cuidar la puntuación y, en fin, muchas cosas que me dan por resultado esos mega párrafos. Con esa práctica he aprendido que evitar aunque aún no lo sé ordenar, sé que debo separar ideas para evitar extenderme y que las tácticas aún son pobres o llanas, por ello es que seguiré practicando hasta que nunca me vuelva a revolver, y claro, leeré muchos más relatos de tipos similares para aprender.

Espero, apesar de las fallas, lo hayan disfrutado, después traeré las demás entradas. Nos leemos la próxima.

jueves, 16 de abril de 2015

Vida normal



Año aproximado: 2010.
Estado: completo.
Personajes: Shunko, Kinya, Rinka, Diteru y Shilu.

El domingo por fin había llegado, mi primera semana había sido lo suficientemente buena y divertida para que el odio por el internado de ricos se me hubiera pasado. Sin darme cuenta en esos seis días había hecho siete grandiosos amigos que casi podría extrañar mi único día fuera de la escuela.

Kinya nos cuenta una fracción de su vida cuando sus padres le rompen sus planes del futuro con sus amigos de la secundaria al inscribirla en una preparatoria-internado. El exclusivo colegio no está solamente lleno de chicos adinerados y prepotentes pues ahí encuentra amigos irreemplazables y al que creerá el amor de su vida, además de que las actividades extra-escolares la mantienen entusiasmada y sobresaliendo.

Un reto más aplicado por mi mejor amiga quien una mañana, esperando alguna clase seguramente, me preguntó si alguna vez había escrito una historia completamente normal sin fantasía o sin erotismo, al notar lo negativo de la respuesta me di la tarea de crearla y esta corta narración fue el resultado.

El título es tan simple que me atrevería a decir que no es el verdadero, simplemente nunca la nombré. Está escrita en primera persona por parte de Kinya, esto la hace la segunda historia y media que escribí de esa forma (la parte de Alicia en "De un sueño una historia" y la de Vainilla). Tampoco la ha leído nadie aunque no le veo ningún problema a enseñarla porque está aceptable, además de que desparramé un poco de ciertos conocimientos extras en ella, aunque el problema de que alguien la lea es que está a lapicero en un cuaderno y por culpa de un tipo de puntillas, algunas partes se ver muy tenues sumado a que mi letra es realmente horrible.

Lo destacable del internado son las actividades extra-escolares de las que sólo se les permite a los alumnos elegir una sin importar si está ambientada a los deportes o al arte. Las más importantes que muestro son: pintura, música (instrumentos clásicos, orquesta), fútbol, baloncesto y tenis. Kinya es especialmente buena en tenis (ahí regué mis conocimientos sobre el tema aunque no lo practico y por ello no soy experta), aunque también es afecta a la pintura así que se cola a las clases de Shunko (otra embarrada de lo que he aprendido de este tema); Rinka y Diteru se van a la parte de la música formando un tierno dueto de violines y una parte importante de la orquesta de su escuela, dos chicas que en el dibujo no se muestran son las jugadoras de baloncesto y Shilu es un querido futbolista egocéntrico que no lo hace nada mal. Dentro de la historia Kinya y Shilu entran a los titulares de los equipos respectivos y son parte de torneos (¡llegan al internacional!).

Finalmente, en la imagen Shunko se demuestra tan reservado como él solo puede serlo aunque está cerca de Kinya porque es de las pocas que lo sacan de esa actitud antisocial. Kinya se encuentra bromeando con Shilu acerca de los dos "tortolitos" enamorados de Rinka y Diteru.

Eso es lo de hoy, sólo quiero decir antes de despedirme, que el 2010 aparentemente fue mi año de reflujo mental por todo lo que escribí que aunque eran cortas eran de temas muy diferentes. Sin embargo los del siguiente bloque y año son de una etapa difícil que justamente empezó a mediados del 2010. Nos leemos en la siguiente entrada, espero haber llamado su atención(?).

viernes, 10 de abril de 2015

Despeja

Lo había logrado casi toda la semana, había sido esa persona que a ellos tanto hacía feliz y quien les agradaba más que mi verdadero ser. Sin problemas mis mañanas habían sido de felicidad cíclica donde yo los hacía feliz y yo lo era al verlos sonreír; mas mi alma acababa exhausta y para la tarde y noche ya no quería más, darme por vencido era lo que mi cobardía y debilidad pedían pero resistí.

Bastó un momento a solas con mis pensamientos, mi alma y mi desconfianza para que mi verdadero yo, aquél que mantenía encerrado, lograra invadirme con sus sentimientos como si me inyectara veneno. No obstante tuve la fuerza suficiente para retenerlo y alejar el egoísmo.

Para el siguiente descuido nada fue suficiente, mi otro yo se apoderó por completo de mí haciendo que todo lo logrado se fuera a la basura con palabras y acciones. De alguna forma logré por un par de horas olvidarme de lo que había hecho y fingir que mi humor anterior regresaba.

Por eso es que ahora el arrepentimiento me embarga, el odio hacia todo mi ser me mantiene enroscado en mi cama con el corazón lleno de rencor. Como siempre, era una molestia así que esperé soñar.


La sacudida la despertó al igual que la constante mención de su nombre. Abrió los ojos para encontrarse con Emisya agitándola del hombro derecho para despertarla.

Había pasado tanto desde la última vez que había estado con ellos que dio un pequeño salto de sorpresa al encontrarse en aquella mansión abandonada que habían transformado en un acogedor espacio para reunirse y descansar de las penurias, las rutinas o para encontrar más momentos de alegría que unir a sus memorias.

No estaba segura de cómo o cuándo había regresado con ellos aunque no necesitaba una verdadera respuesta a eso pues ellos siempre estarían ahí en momentos como esos ya que a ella ese escape le servía igual.

—No vengo en tanto tiempo y cuando lo hago sólo duermo, lo siento —restregó sus ojos intentado parecer que únicamente deseaba deshacerse del sueño.
—¿Repetiremos esa conversación? —Lían la hizo sonreír de medio lado recordando las incontables disculpas que les daba cada que se reencontraba con todos ellos.
—Es cierto, además de que en estos días pasados has estado con nosotros de esa forma en que sólo tú puedes —Fania se llevó las manos detrás de la nuca mientras le sonreía como la niña que era.
—Aún así no ha sido con todos
—¿Y? —Lana se cruzó de brazos recargada cerca de la ventana— Cada que sacas esa porción de sonrisas, nos ves, nos recuerdas y nos piensas ¿me equivoco?

La chica no pudo discutir, sabía bien la tranquilidad que le proporcionaba verlos, recordar sus nombres, sus historias, sus desgracias y sus más grandes alegrías. No había nada que la hiciera sentir más viva que la posibilidad de que alguien más los conociera, que alguien más fuera capaz de ver lo especiales que todos ellos eran. Y aún con eso, aún teniéndolos frente sentía esa fuerte opresión en su interior junto a la intranquilidad; se encogió en el sillón subiendo los pies a este para abrazar sus rodillas.

—¿Por qué soy así? ¿Por qué no puedo callarme todo y seguir siendo la estúpida persona que ellos prefieren? —escondió su cara entre sus brazos— ¿Por qué no dejo de dañar a aquellos que más se me acercan?
—Para alguien que ha mentido toda su vida, es difícil que sea capaz de encontrar la verdad en los demás —Ansel se sentó a su lado derecho llevando su mano al brazo de ella—. Alguien que ha permanecido tanto con la soledad sólo sabe despertarse en ella, cubrirse con ella e impedir que nadie más que ella se acerque.
—Es por ello que ella nos ha hecho dudar de los otros, de si están con nosotros sinceramente o si lo hacen por lástima o compromiso —Alicia se sentó a su izquierda colocando su mano en el hombro de la chica que comenzaba a llorar. Con ellos podía dejar de actuar, se convertía en una persona sensible, consciente de sus propios errores y defectos, no tenía miedo de que supieran que no era tan fuerte como le gustaba aparentar así que no le preocupó que 100 pares de ojos la vieran llorar.
—Esa desconfianza nos obliga a poner a prueba a quienes juran amarnos, con problemas estúpidos al mismo tiempo que tememos que se cansen y nos dejen— Ryotarou no la veía pero apretaba sus puños dentro de las bolsas de su sudadera.
—¿Cuánto más nos soportarán? ¿Por qué cada pequeño cambio significa para nosotros tanto? ¿Por qué los queremos lejos y al mismo tiempo cerca? —Daisuke abrazó a Yumi quien le sonrió con ternura por el dolor que mirada demostraba.
—El destino es acabar solos, al menos para mí lo creo —se secó el rostro en sus mangas.
—¿Qué tan sola? No te olvides que nosotros estaremos contigo hasta en la última respiración —Yuuto la observaba desde donde Ryotarou se encontraba.
—Gracias por ser mi ancla a la vida y por ser quienes me entienden sin palabras.


Para cuando desperté el dolor seguía aunque el sueño hubiera durado tanto, sabía bien que repetiría una y otra vez mis errores por lo que mis temores no cambiarían nunca. O bien merezco la soledad completa o la muerte; sólo con esas soluciones sería capaz de dejar de herirlos, de molestarlos, de ser inútil. De todas formas, si no confían en mí, si no esperan nada de mí, si no me necesitan ¿para qué sigo aquí?

jueves, 9 de abril de 2015

Pierdes todo


Año aproximado: 2010.
Estado: completo.
Personaje: Tom.

No es tu culpa, mamá, sé que lo que me haces sentir no es nada comparado con lo que tú sufres.

Esta es una historia realmente corta y sencilla que cuenta la desgracia de Tom quien en menos de un año pierde a sus dos padres y su hermana pequeña; además que su madre era una mujer sin salud mental estable por lo que, después de morir su esposo, se tornó violenta contra su hijo.

La escribí por el simple deseo de hacerlo una vez que la idea se implantó en mi mente, así que tampoco hay mucho de trasfondo qué contar además de que fue un tipo o tema de escritura nuevo para mí en el sentido de que fue más realista que las anteriores y más centrada a las vidas normales, en lo referente a la violencia familiar. Aunque, me parece, fue la primera vez en que pude hacer que el padre no fuera la mala persona de la familia o la que hubiera abandonado al resto, sino que la madre fue la "enemiga".

Se encuentra entre las que nunca dejaría que otros la leyeran aunque no lo sé, podría cambiar de idea en algún tiempo.

En el dibujo Tom no quedó nada bien, aparte ahí tiene 12 años siendo que en la mayor parte de la historia tiene 10, así que puedo decir que la "foto se tomó" después del final de la narración.

Y de nuevo corto, pero eso es todo lo que puedo decir. Nos leemos la próxima semana o cuando por fin suba otra cosa.

domingo, 5 de abril de 2015

Vainilla


Año aproximado: 2010.
Estado: completo.
Personajes: Natu y Toko.

Por unos momentos mi cuerpo se movió solo, me giré hacia Toko y empujándolo lo hice caer de espaldas sobre la cama, me recosté a su lado y lo besé hasta que no tuve más aliento. Me volteé hasta quedar sobre mi espalda mientras recuperaba el aliento, él descansó su cabeza sobre mi pecho desnudo y paseó sus dedos desde la mitad de mi abdomen hasta la costilla más alta, lo imité hasta que él tomó mi mano y la dirigió a donde él había puesto la suya en mi cuerpo.

Natu y Toko fueron criados juntos desde que nacieron pues sus padres eran vecinos y buenos amigos entre sí. Toko se tuvo que mudar cuando tenía 10 años por el trabajo de su padre, su madre murió unos años después lo que llevó a su padre a tomar la decisión de mandarlo a un internado para evitar que el niño se sintiera solo ya que él mismo trabajaba mucho fuera de casa. Cuando Toko volvió a ver a Natu, él ya se había olvidado de su gran amigo y de muchas cosas de su infancia, aún así los padres de Natu permitieron que él se quedara a vivir con ellos en lo que terminaban la preparatoria, lo que también ayudó a que su hijo fuera recuperando esas memorias perdidas.

Esta historia la hice para mi mejor amiga cuando ambas estábamos en una etapa de Fujoshi alta por lo que esta es una corta narración erótica homosexual. La trama es simple, ya que lo "importante" eran sus momentos íntimos, de los cuales sólo escribí dos. Hice lo mejor que pude, describí tanto como mi poca experiencia y mi vocabulario me permitió, fue a partir de esta que aprendí a dejarle de tener miedo a esas palabras que pocas veces se mencionan en pláticas comunes, sin embargo al escribir Vainilla aún me faltaba mucho coraje para terminar de pronunciarlas.

Debo confesar que Teleny, de Oscar Wilde, fue una gran inspiración y ayuda en el momento de escribir esta historia. De hecho, acabábamos de leer ese libro (mi amiga porque fue necesarios para su clase y yo por gusto y su recomendación), cuando me pidió que escribiera esta historia. Puedo decir que de entre todas mis historias, la descripción más "bella" (a medias) es esta por la gran influencia de Teleny. Les recomiendo leer ese libro si buscan una descripción erótica-poética y si no les molesta que sea homosexual.

Algún día reescribiré esta narración para darle un mejor aspecto y poder mostrarlo a más personas ya que los únicos que la han leído fue mi amiga, obviamente, y mi hermano que tuvo curiosidad cuando le dije qué era lo que hacía. Ese momento lo recuerdo porque yo me sentía muy apenado de mis gustos y en lo que gastaba mi tiempo, sin embargo él me dijo: está bien que diversifiques tus géneros ya que hasta el mejor de los cocineros sabe hacer pizza. (Palabras más o palabras menos).

Disculpen mi retraso para que sólo escriba esto, pero creo que no hay mucho más que decir sobre esta historia. Las vacaciones han terminado así que me regularizaré en la siguiente entrega. Nos leemos luego.