jueves, 17 de agosto de 2017

Tomás

Durante todo el fin de semana estuve pensando en lo que me había metido por culpa de Iván ya que un examen en casa, por muy tentador y fácil que se escuchara, no sería un trabajo de unas horas, además de que sería en equipo y de que los enunciados en la copia eran confusos. Tendríamos que quedarnos después de las clases del lunes para intentar resolverlos con lo que hiciéramos antes, lo cual me preocupaba porque no quería dejar la escuela más tarde de las cuatro.

A pesar de que ese día yo había leído lo que nos había pedido, habría preferido dejar el salón a tener que concentrarme en esto que sería peor. Al inicio me arrepentía de haber seguido, como la mitad de las veces hacía, a Iván; sin embargo ahora no lo culpo de nada pensando en lo que a futuro me dejaron esas largas tardes.

De lo poco que recuerdo de los días previos a ese trabajo fue el domingo, en el cual me imagino que estaba ayudando a mi hermana mayor a los trabajados del hogar barriendo y trapeando mientras ella lavaba la ropa, mi hermana menor seguramente estaba ayudando a papá con la comida. Por alguna razón era más fácil pedir permiso o avisar que saldría una tarde con mis amigos en el fin de semana que avisar que me quedaría más tarde en la escuela, sentía que no era la correcto pues después de clases siempre había cosas que hacer y no quería que mi hermana se encargara de ellas aunque me dijera que estaba bien.

—¿Por qué no? No me gusta que se queden aquí encerrados toda la tarde, seguramente pasar tiempo con sus amigos es divertido, aunque no por eso quisiera que se metieran en cosas peligrosas, yo sé que saben lo que está bien y mal, si no, pues yo estoy en las noches para escucharlos. —Nunca olvidaré esas palabras, él siempre supo que no socializábamos fuera de la escuela porque nos sentíamos obligados a volver a casa y ayudar en todo cuanto pudiéramos ya que él siempre trabajaba hasta tarde por nosotros. Ya no éramos unos niños, ninguno de los tres, y aún así se esforzaba por que no nos faltara nada más que su presencia en las tardes.

Tal vez si no hubiéramos heredado esa bondad, solidaridad y esfuerzo que nuestro padre nos mostraba, habríamos terminado como los chicos que nunca estaban en sus casas, que no se esforzaban en la escuela. Muchas veces pensé en lo que habría sido si alguna de mis hermanas se hubiera embarazado joven, o que me hubiera vuelto un drogadicto… Pensar en lo mal que lo pasaría nuestro papá me enorgullecía de que nada de eso hubiera pasado.


Para el lunes ya tenía cuatro de los diez problemas resueltos, Iván me dijo que había hecho igual cuatro aunque uno lo consideraba muy incompleto lo que me hizo suspirar, si él hubiera querido, habría resuelto al menos ocho.

Las clases fueron normales y aburridas, no podía dejar de desear que la última terminara más temprano para tener más tiempo del examen, sin embargo no sucedió así. Los seis nos encontramos frente a la entrada de la biblioteca a las dos después de habernos despedido de nuestros demás compañeros, recuerdo que me pareció que Marco había llegado primero.

Sin nada más que un corto intercambio de miradas, entramos a buscar una mesa en el piso superior donde iba la minoría pues no había nada más que algunas revistas viejas de investigación. No hablamos entre nosotros hasta encontrarnos frente a frente sacando lo que respondimos el fin de semana, ninguno lo había podido hacer completo, lo que fue un alivio para todos aunque también una presión.

Nos intercambiamos nuestras respuestas rotándolas hasta que volvieran nuestras hojas con nosotros, sólo una de las respuestas de Valeria y Cristal no había sido tan acertada, la mía había quedado un poco incompleta mientras que la de los otros tres eran las mejores aunque variaran en palabras y algunas ideas que alguno había dejado de lado.

Acordando que Cristal tenía la letra más bonita y legible, le pedimos ser ella quien transcribiera la respuesta a la hoja que entregaríamos; Valeria, Lila y yo nos ofrecimos a bajar por los libros que hicieran falta para contestar los demás ejercicios, Marcos e Iván sólo asintieron comparando sus problemas con el resto.

La sección de biología se encontraba a mitad de las filas de estantes en la planta baja, no era mucho material ni estaba muy actualizado, sin embargo nos podía servir de referencia para saber que buscar después en internet u otro tipo de libros así que fuimos revisándolos. Yo ya tenía cuatro y Valeria tres, Lila sólo revisó de los que ya teníamos que no fueran iguales para después ir a otra sección.

Tomando un par de los que Valeria ya llevaba, subí a dejarlos antes de que los trabajadores me reclamaran pues lo máximo que una persona podía llevar eran tres libros. Los tres seguían atentos a sus propias cosas, sabía que Iván no sería de los primeros en romper el silencio pues, aunque lo disimulaba con la mayoría de las personas, era un chico tímido en un inicio.

A Marco no lo conocía para nada, pocas veces me había fijado en él antes de ese ejercicio, fueron nuestros amigos quienes me hicieron notar que él era parte de los que llamábamos como los irresponsables así que si estaba con nosotros era tanto una sorpresa como un posible infortunio. Yo, sinceramente, creía que había hecho lo mismo que Iván para quedarse.

Quien terminó robando mi atención fue la timidez tan evidente de Cristal, era algo baja de estatura, una apariencia tierna aunque normal, usaba colores y ropa muy femenina aunque poco resaltaba entre sus amigas quienes eran de aspecto más arreglado con maquillaje y joyas. Ahora que podía verla bien, ella no encajaba para nada con esas chicas. A nosotros, cuando estábamos los cinco juntos, se nos acercaban sólo para tratar de atrapar chicos, lo que me había hecho reír bastante pues entre nosotros no consideraba que fuéramos guapos ni los populares o algo por el estilo, creía que éramos normales. Al menos Iván y yo lo seguíamos siendo.

La chica tímida terminó de escribir, se veía nerviosa tomando las hojas para disimular que ya no sabía qué más hacer pues no sentía que ellos pudieran responderle de la mejor manera. Esperando poder calmarla un poco, me apresuré para ocupar mi lugar frente a ella y repartir los libros. Le sonreí con toda la amabilidad que creía podía mostrar, por ello me respondió con una sonrisa más pequeña aunque sincera.

—¿Cuál les pareció la mejor redactada? —Distraídamente abrí el libro para buscar el tema de esa primera pregunta.

—La de… —Marco tomó una de las hojas buscando el nombre, sin embargo ninguna de estas tenía así que sólo frunció el ceño ya que no parecía conocer ninguno de nuestros nombres—. Esta.

—Sí, la de Lila y también esto de la tuya—Tomando la hoja de Marco, Iván leyó un poco para señalar lo que mencionaba, con un encogimiento de hombros el otro chico demostró su acuerdo así que Iván tomó ambas para acercárselas a Cristal—. ¿Quieres que te ayudemos a redactar o puedes?

—Estaré bien, gracias.

—No, yo quiero ayudar a redactar. —Valeria dejó los libros para ocupar el lugar al lado de ella, era una chica de personalidad abierta y alegre así que Cristal no se mostró tan temerosa cuando le comenzó a hablar con tanta familiaridad.

Mientras Iván y Marco se centraban por su cuenta en contestar el resto de los ejercicios, Valeria y Cristal transcribían las respuestas, Lila y yo buscábamos la información para fundamentar esas respuestas. No hacíamos ruido, hablábamos en susurros las pocas veces que lo necesitamos, nos concentramos en nuestro trabajo completamente sin notar el tiempo que pasaba hasta que Valeria nos hizo regresar.

—¿A qué hora comen normalmente? —Se había recargado en su silla para estirar su espalda, dejó de ver lo que la otra chica hacía para ver como todos reaccionábamos diferente a su pregunta tan espontánea mientras sobaba su abdomen demostrando que ella ya tenía hambre.


Aun después de este tiempo todavía me provoca una sonrisa pensar en la forma tan aleatoria de romper el silencio en que seis desconocidos se encontraban a pesar de estar trabajando en lo mismo. La mitad de nosotros respondió que lo hacíamos entre las tres y las cuatro, sólo por eso, siendo casi tres y media, Lila dijo que por ese día ya era suficiente avance y que el miércoles volveríamos a reunirnos para seguir. Todavía teníamos una semana completa antes de la fecha de entrega. 

1 comentario:

  1. Pensé que esta parte sería similar a las dos anteriores pero me alegra que fuera una continuación de la historia!
    Me pregunto si la siguiente es Valeria...~

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