jueves, 10 de septiembre de 2015

Camino



Año aproximado: 2011.
Estado: en planeación.
Personajes: Nari, Astoku e Imteri.

Aquél era el camino de los tres, ahí donde habían decidido encontrarse cada tarde o noche cuando sus obligaciones hubieran terminado. Nadie habría imaginado que niños tan diferentes hubieran formado una amistad tan fuerte por más de quince años y nadie habría creído que esa amistad terminaría con una desgracia así. El campo hoy estaba volviendo a la vida, recobrando poco a poco ese verde y amarillo que llegó a caracterizarlo, la paz parecía volver a su alrededor dejando el sufrimiento como una vieja cicatriz en la historia junto al anhelo de las tres risas que antes lo habían llenado.

Lejos de ese campo, de ese camino, los tres se habían visto obligados a tomar caminos separados pues de esa forma los requerían en la guerra; aún así su destino no les permitió separarse por completo. Las batallas pudieron haber sido duras pero más lo fue el desenlace de su corta historia donde el primer disparo le quitó el aliento al maduro, el segundo disparo ayudó al suicidio del orgulloso y el tercer disparo llevó a la reunión del alegre con los que amaba.

En esta única ocasión les contaré casi toda la historia, incluyendo el final pues es lo más representativo de este relato además de que fue lo que lo inició.

Alrededor de ese campo vivían los tres amigos de sólo siete años. Nari era quien vivía más cerca pues la mansión de su familia, localizada al noroeste, era dueña de la mitad de ese terreno aunque no lo usara; Imteri no vivía tan lejos, eran sólo quince minutos de caminata desde su casa en la pequeña villa al este; Astoku era quien más lejos vivía pues debía caminar poco más de treinta minutos desde su pequeña choza al sur del campo.

Uno era rico, uno tenía lo suficiente necesario y uno era pobre. Aún así se conocieron y establecieron un lazo aparentemente irrompible. Cada tarde, al final de las clases privadas de Nari, la escuela común de Imteri y el trabajo de Astoku, los tres se reunían para olvidarse de su realidad y sumirse en juegos y pláticas que los entretenían por horas hasta que fuera el regreso a sus casas. Por diez años así fueron sus días hasta que la guerra fue creciendo igual que la distancia entre ellos.

A sus diecisiete años su tranquilidad se terminó, primero Astoku se despidió al ser enviado a los campos de entrenamiento militar, después Nari tuvo que irse con su familia a otro estado buscando conservar su fortuna; y al encontrarse solo, Imteri se decidió por irse a la ciudad más cercana a especializar sus estudios. Así fue como, en cinco años se formaron: un soldado, un comandante y un médico.

Su reunión se dio en el campo de batalla con los tres en bandos diferentes: el pobre con los revolucionarios, el medio con los médicos independientes y el rico con los que buscaban mantener en el poder a los mismos. Con dolor siguieron peleando, los dos militares se deshicieron de sus sentimientos y recuerdos para concentrarse en sus nuevas obligaciones donde Nari dirigía tropas y Astoku se convertía en el soldado valioso de su equipo.

Y así el final llegó. El bando de Nari capturó a Astoku y algunos de sus compañeros, en respuesta el comandante le disparó a cada uno de ellos sin parpadear ni inmutarse por su viejo amigo. Imteri presenció el momento, con lágrimas y gritos trató de detenerlo mas le fue inútil, el dolor lo invadió por completo al ver al primero caer a manos de su propio amigo.

Nari siguió con sus labores hasta en la noche donde se encontró con Imteri, le reclamó, le pidió explicaciones pero este se mantuvo frío y callado hasta que se dirigió a su tienda con sólo un: "no lo dejaré solo". A la mañana siguiente el comandante se había suicidado.

Nuevamente destrozado y abandonado, Imteri sufrió, se aisló y huyó. Yéndose a la batalla más cercana, caminó inexpresivamente entre las balas hasta que estas terminaron con su sufrimiento.


De esta forma termina esta historia de mi trío tragedia. Todo comenzó con un sueño de tres amigos donde uno mata a otro, ese uno se suicida y el tercero se deja matar. Recuerdo claramente la escena final de ese sueño con los cuerpos tendidos y fríos de los tres, sobra decir lo mucho que me hizo sentir ese sueño, razón por la que le di continuidad y terminé en mi mente, sin embargo la olvidé.

Me olvidé del sueño, de estos tres chicos y su existencia completa por cerca de 4 años hasta que comencé a recordar cierta historia de tres amigos muertos. Leyendo Mi Historia me di cuenta de que ya había conocido a estos tres chicos, ya les había dado nombre y ya me había disculpado con ellos aunque no terminaba de recordar completa su historia. Después los encontré en mis notas de planeación, ahí estaban sus nombres, el cómo habían perecido y de qué era su historia.

Haberlos olvidado ha sido la peor de mis acciones, estoy completamente arrepentida de ello y estoy más que decepcionado por los datos que ya he olvidado de ellos, sin embargo nuevas cosas llegaron a mí para llenar esos huecos y no darlos por perdidos, sólo me falta tiempo para poder darles la forma escrita y física que merecen. Nos leemos luego~

Ninguna entrada me había dolido escribir hasta esta.

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